El Cambio Climático representa para la humanidad más que
un mero fenómeno natural, un cambio de paradigma en la manera cómo nos
concebimos a nosotros mismos en tanto comunidad.
A través de la historia de la humanidad, los distintos grupos
sociales (que se han venido redefiniendo constantemente) han establecido
fronteras dentro de las cuáles han implementado la noción de lo “común”.
Con el advenimiento de las globalizaciones, tales
fronteras se han ido ampliando cada vez más hasta el punto que en la actualidad
las Naciones Unidas -vía el concepto de Derechos Humanos- asumen que de alguna
manera la humanidad entera conforma una gran comunidad, al entender que todos
los seres humanos son igualmente dignos entre sí y ameritan la misma garantía y
respeto de sus derechos.
No obstante, en el esquema de Naciones Unidas se dispone
de una discriminación fundamental entre los humanos al establecerse que la
mencionada dignidad humana se realiza dentro de las fronteras de los Estados
quienes tienen como tarea primaria garantizar y respetar los derechos de sus
ciudadanos nacionales. La discriminación fundamental contemporánea es la
discriminación por nacionalidad.
El Cambio Climático por su parte no conoce de fronteras,
afecta al planeta entero de manera tal que las diferentes actividades humanas,
se efectúen en donde se efectúen, pueden repercutir en las diversas partes del
orbe.
El Cambio Climático de esta manera nos hace ver a los
humanos como parte de una misma comunidad cuyo gran patrimonio común es el
planeta Tierra en sí.
Todo esto nos invita a reconcebir tanto al esquema actual
de Naciones Unidas, como a la noción de Derechos Humanos:
En primer lugar, la legitimidad de los Estados no ha de
reposar más en los constructos histórico-sociales de las naciones sino más bien
en una cuestión de índole histórico-administrativa al servicio de la dignidad
de los habitantes de sus jurisdicciones
y cooperativa al fin de constituirse como entidades asociadas (bajo Naciones
Unidas) tanto en las tareas de mitigación
y adaptación frente al Cambio Climático, así como de desarrollo bajo aquél. Evidentemente, esto
supone el ideal de la paz mundial.
En segundo lugar, los Derechos Humanos han de comprender
que la finalidad última de la Dignidad Humana se da en relación íntima con el
medio ambiente humano en tanto el ser humano es parte integral de aquél. Dicho
en otras palabras, el valor intrínseco de lo humano por el mero hecho de serlo
implica también el valor de la naturaleza, dado que lo humano es parte de la
naturaleza. El Cambio Climático nos hace ver que a largo plazo ninguna de nuestras
acciones puede desligarse del medio ambiente en donde se realiza y que dicho
medio ambiente a estas alturas de la historia tiene dimensiones planetarias.