viernes, 23 de diciembre de 2011

Una estupidez

Hoy fui al casino y perdí 200 soles. Escribo esto para recordarme a mí mismo que esto no debe repetirse más.

Claro que hay un contexto que de alguna manera explica el porqué de la estupidez que he cometido, pero eso no es de ninguna manera una justificación a lo hecho.

Y da el caso que llegado el tiempo de fines de años me hallo harto. Harto de muchas cosas, ante todo de mi condición médica, pero también de mis amigos.

¡Ya no soporto a casi nadie!

Estoy rodeado de una caterva de desquiciados que buscan que yo -el desquiciado mayor-los ayude: un absurdo.

No sé como he arribado a esta situación, solo sé que quisiera liberarme de este círculo que me atrapa y buscar nuevos aires de libertad.

Pero no nos desviemos tanto: el punto es que hoy he perdido plata en el casino y no debo permitirme repetir tal evento.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Esperanza y miedo

A veces siento que mi vida es como un sueño del que súbitamente despertaré.

Claro está, tal sensación me produce una rara mezcla de esperanza con miedo.

La esperanza de haberme curado de mis males.

El miedo de perder todo lo ganado.

Y así de pronto, un día cualquiera, ya está por comenzar un nuevo año...

sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Qué aprobé?

Aprobé el examen al final. Pero eso no me hace feliz. Sufrí demasiado y eso es con lo que me quedo.

Podré pasar muchas pruebas en esta mi vida, pero si mi condición médica no mejora, pues nada, estaré condenado a la desazón, a la angustia, a la irritabilidad, al desasosiego, a la tristeza, a la rabia, a la frustración...

Todo, claro, matizado con pequeños momentos de alegría, consuelo que le dicen.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Soy fuego por dentro

Soy fuego por dentro. Quiero gritar. Quiero romper cosas. Quiero patear. Quiero incendiarlo todo.

De mis crisis, una y otra vez soy engendro de mis crisis.

No sé el nombre de mi condición médica pero de que aquí está, está.

Y de que forma ya parte de mi identidad, forma.

Hay factores estructurales que siempre permanecen, eso no debo olvidarlo.

Hay factores coyunturales que aparecen para gatillar las crisis, esos debo registrarlos.

En este momento ciertamente, me mata el estrés de saber que faltan 11, 10 días ya, para tener que rendir un examen académico para el que hay que leer una cantidad kilométrica de lecturas de las cuáles el estúpido profesor va a a preguntar por lo mas rebuscado posible, con el afán -presumo- de sentirse poderoso por un instante.

Y sí, existe la posibilidad de salir reprobado. Y sí, esa posibilidad latente me está consumiendo como un fuego, este fuego que soy por dentro.

domingo, 2 de octubre de 2011

Turbulencias

En los últimos días han retornado las crisis psiquiátricas, así nomás, sin razón aparente.

Sigo tomando mis pastillas y me pongo algo ansioso por el postgrado pero nada fuera de lo común, lo mismo puedo decir de otros factores como mis amigos que me presionan para aquí y para allá.

Cómo me gustaría de disponer de más tiempo para desarrollar mi proyecto de Derechos Humanos y Cambio Climático.

Cómo me gustaría tener una pareja comprensiva a mi lado.

Pero bueno, ya tengo claro que para todo hay que pelearla.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Veo un camino

Miro hacia adelante y veo un camino.

Eso es bueno.

Se trata de todo este campo que se abre con el vínculo entre el Cambio Climático y los Derechos Humanos y que pienso ir aterrizando en cuestiones de Ciudadanía con los años.

Lo que no anda bien en mí es:

1) Sigue mi condición médica y ya se sabe lo difícil que es luchar contra eso.

2) Me siento solo, en el sentido afectivo de la palabra. Me gustaría encontrar pareja.

3) Los estudios de Maestría en la Universidad me consumen tiempo y emoción, los siento como un lastre.

Así estoy en este Setiembre de 2011, resfriado y esperando a la primavera.

Ni falta hace decir que no me voy a dar por vencido así nomás ¿no?.

jueves, 21 de julio de 2011

Esta paz...

Hacía mucho tiempo que no me sentía tan tranquilo, creo que nunca en mi vida me he sentido tan en paz.

Más, es una una paz apática, desabrida, insípida, silente, pálida, aburrida.

Tengo la seria sospecha que son las pastillas las que me han llevado a esta situación (sin descartar otros factores).

No puedo aceptar tener que optar entre esta abulia presente y la histeria en la que me hallaba antes. Alguna tercera vía ha de haber.

Voy a hablar seriamente con los especialistas, en especial con mi psiquiatra.

domingo, 17 de abril de 2011

37 años

He cumplido un año más de vida.

Estoy contento como en todos mis cumpleaños, pero no puedo evitar sentir el peso de la responsabilidad.

Ahora más que nunca debo ser disciplinado en mis quehaceres y mantenerme enfocado en mis objetivos.

Afortunadamente cada vez mis metas se hacen más claras.

A seguir nomás entonces, con esfuerzo y optimismo.

viernes, 18 de febrero de 2011

Existes

Te imaginé y sin embargo, no tuve la fe como para creer que existías.

Luego, cuando te tuve a mi lado no supe como reaccionar.

La pasé bien, no lo niego, pero quedé con la sensación que pude hacer más.

Te extrañaré si no vuelves y sin embargo, me veo a tentado a esperanzarme con tu retorno.

Siento

Acarició mi piel.

Mordió mi alma.

¿Cómo mantener la calma?

sábado, 5 de febrero de 2011

Todo por la paz

No me importa si es aquí o en la playa.

No me importa si es divertido o aburrido.

No me importa si lo hago en riqueza o en pobreza.

Ya a estas alturas no me importa si es con sexo o no.

Sí me importa que no sea haciendo daño, eso sí.

Quiero paz, necesito paz.

Presionado

Me siento presionado no sólo a tener enamorada sino a tener "aventuras".

Mi entorno social constantemente me incita a tener actitudes, comportamientos, incluso maneras de vestir (¿incluso maneras de ser?) a fin que yo sea un "machito" que "gilea" chicas.

Todo esto me tiene harto.

Yo solo quiero, necesito, paz.

Gustaría de tener una pareja estable pero no "tener por tenerla" sino porque realmente la quiera (y me quiera).

Y en cuanto al sexo, es obvio que tengo necesidades porque soy humano, pero prefiero aguantármelas a encamarme con cualquier fulana simplemente porque así "debe ser".

Hasta acostarme con amigas, vale, pero andar como un desesperado (el desesperado que no soy, pero que no sé porqué diantres muchos creen que soy) detrás de una anónima: no, no, no, eso no va conmigo.

Paz, necesito, paz. La presión social me está reventando la paciencia.

Inevitable

Se acerca un inevitable tiempo de cambios.

Ahora o nunca.

Ay, mi mente

Estoy harto de escuchar voces que me dictan órdenes contradictorias y que me hacen sentir mal en más de un sentido.

Imagino mi mente como un casco que puedo coger con mis manos y retirar de mi cabeza para poder descansar, pero es imposible.

Sufro con mi condición. No es fácil vivir así.

martes, 1 de febrero de 2011

Paz y Amor

Fe de amar, hambre de amar, de querer, de ser querido, de construir un "nosotros".

La dicha de vivir en paz al lado de una compañera.

Cuán harto estoy que me presionen para que tenga aventuritas...

No, no, no.

Este hombre no quiere implicarse en esos devaneos.

Busco Paz y Amor, Amor y Paz: ¿Es tan difícil de entender?

Sí y No

Pensar en que todavía puedo hacer muchas cosas porque "aún estoy a tiempo" y tengo capacidades.

A su vez, pensar que sufro de una cefalea crónica que me lastra y me lastrará el resto de mi vida (aparentemente).

En algún punto intermedio, he de arribar a mis proyectos de vida hasta donde las fuerzas me den.

La incertidumbre, los días perdidos, los logros aparentes y los reales, las decisiones que aparecen como trascendentales, el estrés, la culpa...el agobio.

sábado, 22 de enero de 2011

Así empezó

Y sobre lo otro (en el post "que fluya"), así como hay gente que vive atrapada en cuerpos que siente como prisiones, las hay quienes viven presas de los prejuicios sociales.

Cintia era una niña feliz que caminaba por el malecón de San Bartolo imaginando ser una niña feliz veraneando en San Bartolo.

Pero no. Tras un breve trajinar, siempre lo mismo: volver a casa a servir el lonche a los patrones y a cruzarse con la extraña mirada de su madre siempre cansada de todo, menos de regañarle.

No conoció a su padre, pero sí al jefe de su madre la adolescente Cintia.

El destino luego llevó a madre e hija a Lima. Y mientras la primera se recluía en los quehaceres tediosos de una polvorienta quinta clasemediera de Jesús María, la segunda huía del oprobio mimetizándose con seres de todas las sangres en la Universidad de San Marcos.

La Ciudad y los patrones la acorralaban, frente a ello, nuestra protagonista resolvió estudiar Geografía para un día irse muy lejos. Mientras tanto, el sexo fué su gran refugio.

Cintia agacha la cabeza, muerde la nada y se pregunta pregunta porque Frank no la llama, porque Frank no regala, porque Frank no habla de su pasado, porque Frank no la toma de la mano, ni la presenta a su familia.

Frank la besa con presuroso apasionamiento y ella prefiere callar.

Un día no puede más y estalla en casa de Ale, llora, le cuenta lo mucho que sufre con él.

Entre lágrimas y palabras comunes, su amiga le comenta que conoce alguien que lee el Tarot. De algo podría servir.

Y bueno pues, así es como entramos nosotros en esta historia hace ya más de un mes. Con una lectura de Tarot.

Matrimonio Gay

Ciertamente, si en mi anterior post quedaron dudas me gustaría aclararlas.

Estoy a favor del matrimonio gay. La familia homoparental es parte de la realidad social y no va a desaparecer porque las leyes la ignoren o persigan (como de hecho así ha sucedido históricamente).

Las leyes deben ponerse al servicio de las costumbres de la sociedad (en tanto no choquen con los derechos humanos) y en este caso es necesario que el Derecho garantice seguridad jurídica tanto en temas sociales - económicos, como en facetas civiles - políticas a las uniones homoparentales y a su descendencia.

Este tema es un aspecto fundamental de una sociedad más justa y porqué no decirlo, más digna.

Que fluya

Estoy intentando retomar el hábito de escribir.

Es más difícil de lo que pude imaginar.

Hace poco conocí a Cintia, una chica que parecía tener todo el perfil para ser protagonista de cuento o novela.

Quise aproximarme a ella, pero entonces -para mi mala suerte- decidió retomar su relación de pareja recientemente rota.

Luego, tuve un sueño con Carlos Bruce y su propuesta de formalizar la Unión Civil Gay, un excelente tema para un artículo de análisis político.

Recordé, desde luego, la investigación que sobre Maternidad Lesbiana realicé en 2007 desde un enfoque de derechos sociales y creía que algo interesante podría salir de todo esto.

Pero no sé que me pasa, estoy bloqueado. Me siento frente al teclado y quedo minutos y minutos en blanco.

Y de pronto, afloran los miedos: ¿Seré capaz de insertarme bien en el mercado laboral? ¿ Conseguiré pareja?. Y la pregunta del millón: ¿Tendré una mejora notable en mi salud?.

Quisiera salir unos días de Lima para hacer fluir mi mente, que ha de ser la única manera de poder clarificar las ideas y sentimientos que quiero expresar por escrito.

Pues eso, "que fluya", como dijo en otro contexto una muy querida amiga.

domingo, 9 de enero de 2011

Cintia, Ale

Mientras Ale lava los platos, Cintia ensucia el piso de migajas del pan con jamonada que va comiendo chabacanamente.

Ale es hija de una clase media blanca esforzada, tiene carro propio y alquila casa propia en Asia, Cintia es hija de empleada doméstica, se esfuerza por salir adelante y lo va logrando mientras a su camino destila sus complejos sociales.

Esto último Ale también lo realiza, pero a su manera, con elegancia se puede decir, porque incluso para actúar con resentimiento la clase se impone.

Ale me empieza a caer bien. Me sonríe. Y ya , me cae bien. Soy simple en mis sentimientos básicos.

También lo soy en mis instintos básicos, Cintia me cae bien porque es india o si prefiere chola (¿Qué es lo políticamente correcto?) y la deseo desde el aroma de sus pies oscuros hasta la suavidad de sus bronceadas mejillas y la noche de sus ojos de auquénido.

Noche de verano

Volvió el verano y con la estación, las migrañas altas.

Esta noche ando de mal humor, pareciera que estuviese condenado a que cualquier actividad que haga sea lúdica, laboral o simplemente un "dejarse estar" la vivencie con displacer.

Mis proyectos académico-laborales, las chicas, los amigos, mis momentos de soledad, todo lo vivo con dolor de cabeza.

Y encima con ansiedad. Con la ansiedad que el tiempo va pasando y lo voy "perdiendo"

Estoy harto, sí, estoy harto.

lunes, 3 de enero de 2011

Amores imposibles

Volvió el verano y con la estación, las angustias de siempre y el hambre de amar también, claro.

Pero en medio de todo siento como un halo de cenizas que me envuelve, un dejo de pesimismo acaso.

¿Será que tengo amores imposibles a los que aún no me resigno a dejar ir?.

Es muy posible.