miércoles, 21 de enero de 2009

Verano y Nada

Verano.



Yo suelo decir que invierno es tiempo de enamorarse y verano, de excitarse.Es una división imprecisa, claro está, porque de una y otra cosa se da en ambos tiempos.



Pero es una tendencia, que en lo que a mí concierne, acontece.



Ahora estoy en Lima, en verano y como en los últimos veranos, mis impulsos libidonosos aunque aumentan con respecto al invierno, van en franco decrecimiento de estío en estío.



Dicho de otra forma: que para ser verano, sentir calor, rozar cuerpos, entrar en inevitables jueguitos de seducción, ver minifaldas y tiritas... pues que estoy muy "frío".



Y más aún, se acentúa algo que debe venir de mucho tiempo atrás pero que recién empecé a sentir en forma chocante aproximadamente desde hace cinco años (durante la "Era Claudia") : la repulsión hacia las mujeres, o hacia los cuerpos de las mujeres para ser precisos.



Me siento invadido por este festival de carne, este carnaval de tres meses. Sí, eso, invadido, vejado, abusado, intruído.



Ahora último incluso he descubierto con estupor sensaciones que van desde la repugnancia por Claudia (a la que de alguna forma, amo sinceramente) y Amanda (sin comentarios) hasta impulsos por agredir a desconocidas que casualmente me tocan en la calle, en el transporte público, con sus hombros y piernas desnudos.



Impudicia. Jamás imaginé que pudiera hacer mío este concepto. Claro, no bajo un discurso moralista sinó meramente por una suma de sentimientos.



Asociado a todo ello va creo yo, el hambre de amar que tengo. Pero de amar a mi manera, con romance, con ilusión, con sufrimiento, con nostalgia, con alegrías absurdas.



Hambre de amar pintando el blanquecino cielo de invierno de mil colores que guardo en mi corazón... y darme por completo a esa mujer ¿soñada? ¿real? ¿idealizada? ¿materializada?¿Claudia? ¿Amanda?.



Hay mucha confusión en todo esto."No eres tú, soy yo" quiero decir a las veraneantes de mi alrededor. Espero que una vez más, vuelva Abril a rescatarme.



No debería depender de ella, pero así van las cosas.

Vejaciones de Verano

Verano.

Yo suelo decir que invierno es tiempo de enamorarse y verano, de excitarse.

Es una división imprecisa, claro está, porque de una y otra cosa se da en ambos tiempos.

Pero es una tendencia, que en lo que a mí concierne, acontece.

Ahora estamos en verano y como en los últimos veranos, mis impulsos libidonosos aunque aumentan con respecto al invierno, van en franco decrecimiento de estío en estío.

Dicho de otra forma: que para ser verano, sentir calor, rozar cuerpos, entrar en jueguitos de seducción, ver minifaldas y tiritas... pues que estoy muy "frío".

Y más aún, se acentúa algo que debe venir de mucho tiempo atrás pero que recién empecé a sentir en forma chocante desde 2005: la repulsión hacia las mujeres, o hacia los cuerpos de las mujeres para ser precisos.

Me siento invadido por este festival de carne, este carnaval de tres meses. Sí, eso, invadido, vejado, abusado, intruído.

Ahora último incluso he descubierto con estupor sensaciones que van desde la repugnancia por mis propias amigas (a las que quiero y mucho) hasta impulsos por agredir a desconocidas que casualmente me tocan en la calle, en el transporte público, con sus hombros y piernas desnudos.

Impudicia. Jamás imaginé que pudiera hacer mío este concepto. Claro, no bajo un discurso moralista sinó meramente por una suma de sentimientos.

Asociado a todo ello va creo yo, el hambre de amar que tengo. Pero de amar a mi manera, con romance, con ilusión, con sufrimiento, con nostalgia, con alegrías absurdas.

Hambre de amar pintando el blanquecino cielo de invierno de mil colores que guardo en mi corazón... y darme por completo a esa mujer ¿soñada? ¿real? ¿idealizada? ¿materializada?. Hay mucha confusión en todo esto.

"No eres tú, soy yo" quiero decir a todas las veraneantes de mi alrededor.

Espero que una vez más, vuelva Abril a rescatarme. No debería depender de ella, pero así están las cosas.

*Nota: He tomado una decisión firme en pos de resguardar mi salud en esta temporada, voy a quedarme en abstinencia sexual hasta que finalice Marzo.

jueves, 1 de enero de 2009

50 Años de Opresión

Cuba 2009 :"Revolución" y "Opresión" son sinónimos

Hoy, 1 de Enero de 2009, se cumplen 50 años de la Revolución Cubana.

50 Años de un régimen que niega los más elementales Derechos Civiles y Políticos (DCP) a su población.

50 años justificando la opresión en base a dos argumentos:

a) Que primero se realizan los Derechos Económicos y Sociales (DES) y luego los DCP.

b) Que la denegación de los DCP obedece a cuestiones de Seguridad Nacional ante la amenaza de una intervención por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.

Argumentos que se derrumban en sí mismos pues:

a) Si acaso la realización de los DES fuese una primera etapa rumbo a una segunda etapa en la que se realizarian los DCP (lógica por demás obsoleta, pues los Derechos Humanos son interdependientes), 50 años ya habría sido tiempo más que suficiente para que esto suceda.

b) Un país soberano es aquél donde su población pueda vivir soberanamente libre. La Soberanía no recae finalmente en una "patria" abstracta sino tan solo en los Individuos concretos de carne y hueso. Luego, acaso Cuba haya sido en el fondo un país con mayor soberanía en la época colonial, pues en aquél entonces al menos ciertas formas de libertad de expresión y participación política les estaban permitidos a su población. 50 años postergando "estratégicamente" libertades elementales son en sí un atentado contra la soberanía tan grave o mayor como pudiera ser una intervención extranjera.

En conclusión: en 50 años, la Revolución Cubana ha sido sinónimo de Opresión.

Ameritan una condena mundial los dirigentes políticos de la Cuba actual y una verguenza general todos sus aduladores (en especial, los latinoamericanos).

También ameritan una condena los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica, que con sus políticas de agresión militar, política y económica (el embargo) no han conseguido sino favorecer las condiciones para la opresión en la Isla.