miércoles, 22 de febrero de 2012

Demandas Materiales y Post-Materiales del DMAS

Desde el giro que pretendemos darle al Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), estamos planteando articular dos grandes niveles de demandas, las materiales y las post-materiales.

Las primeras, demandas materiales, son las reivindicaciones podríamos decir ya "clásicas" en el DMAS y van ligadas a la conservación de los recursos naturales necesarios para la propia sobrevivencia humana.

Las segundas, demandas post-materiales, aluden a un estilo de vida humano armónico con el ambiente. Aquí se encuentran una gama de actividades medicinales, económicas, deportivas, recreacionales y culturales que tienen en común el "acercar" al ser humano a la naturaleza.

Es preciso mencionar que si bien el primer grupo de demandas está vastamente desarrollado en una serie de instrumentos jurídicos internacionales (aunque lamentablemente aún no de carácter vinculante), el segundo grupo también está empezando a implementarse, acoplándose al primero.

En este último sentido, la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible (año 1992) se coloca la vanguardia al afirmar que "Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza" (nótese como se integran las demandas materiales con las demandas post-materiales como partes de un todo).

Asimismo, en el marco de los Derechos Humanos Emergentes (iniciativa de la Sociedad Civil), la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad (años 2004-2005) en su artículo XVI "Derecho a un Medio Ambiente Sano y Sostenible" se ocupa en forma integral de los dos grupos de demandas que hemos venido tratando.

Y este es el punto al que queremos llegar: que de hecho, más allá del derecho internacional, las demandas materiales y las post-materiales son complementarias y recíprocas. Resulta difícil imaginar a personas realmente comprometidas con la armonía humano-ambiental viviendo (por opción) entre cuatro paredes, abusando de las drogas, maltratando a los animales, etc... asimismo también resulta dudoso que alguien que se diga comprometido con tal cometido no se sienta involucrado ante la depredación salvaje que de los recursos naturales hacen ciertas empresas privadas, Estados y grupos informales.

A fin de cuentas, cuando hablamos de la armonía del ser humano con el ambiente (relación parte-todo, no lo olvidemos) no estamos hablando meramente de la finalidad abstracta del DMAS, sino de crear la consciencia necesaria para una nueva propuesta cultural acorde los tiempos que estamos viviendo (los tiempos del Cambio Climático).

En esta propuesta es central una ética ambientalista, y ya se sabe que la ética se predica con la práctica. Es aquí donde las demandas materiales y post-materiales deben ligarse... desde la prédica con el ejemplo.

martes, 21 de febrero de 2012

"Bloqueado"

Ha pasado más una semana desde el último post y ello se debe a que me encuentro "bloqueado".

Sucede que me han informado en la Universidad que en lugar de necesitar aprobar un curso más para alcanzar el Diploma en Derechos Humanos -que era lo que yo pensaba, basado en datos recibidos por la propia Universidad en 2011-, acontece ahora que he de aprobar cuatro cursos más para dicho fin.

Es un cambio que no estaba entre mis planes, pues yo pensaba (pienso) entrar a trabajar a una ONG el segundo semestre de 2012.

Es además confuso, pues las personas que me han venido notificando ocupan diferentes cargos y es posible que la reciente data sea errónea (ojalá).

Entretanto, estoy buscando a quien me dio la información original (en 2011) pero no puedo comunicarme con esta individua, pues se encuentra "de licencia" y no sé hasta cuándo.

Al mismo tiempo, el proceso de matrícula del ciclo 2012-I empezará mañana 22 de Febrero y culminará el 28 del mismo mes. Esto condiciona mi capacidad de decisión pues bajo la primera fuente habría de matricularme en un curso electivo, mientras que acorde la segunda, lo ideal sería llevar dos cursos obligatorios.

La incertidumbre me genera angustia. Reconozco que soy fácilmente angustiable y debo expresar que toda esta situación perturba mi creatividad intelectual (entre otras cosas).

Por todo lo dicho es que estoy "bloqueado".

domingo, 12 de febrero de 2012

Corazón frío, cabeza caliente.

Releo el post del 9 de Febrero y me quedo en las mismas: estancado.

Creo que estoy atravesando una crisis creativa.

Quería hablar del tema de los derechos humanos y los desórdenes mentales, pero aunque tengo ideas dándome vueltas por la cabeza no me sale nada a la hora de sentarme a escribir.

Aprovecharé entonces para hablar de un tema personal. Sucede que desde hace cinco años veo descender mi apetito sexual, eso se debe seguramente a las pastillas neurológicas y psiquiátricas que tomo para mantenerme estable.

El lado bueno es que efectivamente, más estable estoy e incluso puedo decir que más tranquilo. Tranquilo en general y en particular con las mujeres.

El problema es que las pastillas consiguen aminorar el hambre de sexo, pero no el hambre de amor. Y sucede que debido a mi menor líbido me estoy quedando solo en lo que se refiere a relaciones de pareja (amigos y amigas tengo felizmente).

Claro, se me dirá que puedo aún así enamorarme, buscar pareja y todo eso. Pero sucede que con una líbido baja ello es muy dificil, porque lo sexual y lo afectivo van muy ligados. Bueno, por lo menos a mi edad creo que es así (tengo 37 años).

Mi hambre de amor se va tornando platónico, por así decirlo. Me explico: anhelo la sensación de querer y ser querido pero de un modo genérico. Dicho de otra forma, hace años que no me enamoro de nadie.

Para ser más específico, reconozco que el último enamoramiento que tuve fue en el verano de 2007: ¡Hace cinco años!.

Ahora es que siento solidaridad para con todas aquellas personas que por algún motivo u otro tengan obstáculos en el acceso al goce carnal y muy especialmente para quienes ello les represente impedimentos en el plano afectivo.

Cabeza caliente tengo, con mil ideas dándome vueltas y motivado -aunque enredado- a producir. Al mismo tiempo mi corazón frío, frío, se siente.

jueves, 9 de febrero de 2012

Una semana después

He guardado una semana de silencio y esto ha sido por dos motivos:

1) Me he lesionado la mano derecha.

2) Después del último post he sentido como que he llegado a una cumbre (de la montaña de ideas que venía construyendo desde enero) y de pronto me he quedado sin más palabras que decir.

El segundo motivo es el más importante y aunque aún me duele la mano, quisiera brevemente repasar las ideas que se me vienen ahora a la mente en lo que a continuar este proceso se refiere:

1) Ahondar en las características que debe tener el tipo de organización que estoy prefigurando. Esto incluye observar -como referentes- a otras organizaciones ya establecidas.

2) Estudiar (en realidad re-estudiar) los fundamentos que me edifican mis construcciones conceptuales, en especial la noción de "dignidad humana" y su relación con "derechos humanos".

3)Afinar las ideas que he vertido en este período enero-febrero 2012 tanto porque falta una mejoría en el aspecto comunicacional (hacer una redacción más fluida y amable, básicamente), así como porque hay que llenar vacíos que observo necesario mencionar.

Aunque parece que tengo medianamente claro el camino, me enfrento a dos factores que devienen en problemáticos:

1) La salud tanto física como mental la tengo deteriorada (en otros posts ya he hablado de esto).

2) La necesidad de encontrar un empleo, especialmente a partir del mes de julio 2012 que es cuando finalizaría mi Diplomado en Derechos Humanos.

Lo que vincula a ambos factores es que ambos juntos (incluyendo a los estudios, que es lo que actualmente hago en lugar de trabajar*) me dejan poco tiempo libre como para desarrollar este proceso, este proyecto.

Igual, intentaré el modo de realizarlo porque lo considero una causa justa y necesaria y asimismo percibo que es mi vocación.

(* En este momento y hasta mediados de marzo, estoy en vacaciones estudiantiles)

jueves, 2 de febrero de 2012

El papel del Derecho a un Medio Ambiente Sano

Parte esencial del valor intrínseco de lo humano, es decir de la Dignidad Humana, es la relación del ser humano con el entorno ambiental que lo rodea. Ello, bajo el entendido que el ser humano es parte de aquél.

Las sociedades modernas vienen progresivamente desconectando al ser humano de la mencionada relación con el ambiente, en tal sentido vienen lesionando a la Dignidad Humana.

La consecuencia máxima de esta desconexión es el conjunto de acciones que dan como resultado que no se tomen las medidas adecuadas para afrontar el Cambio Climático sino todo lo contrario.

Los Derechos Humanos son una vía para intentar realizar la Dignidad Humana. El Derecho Humano a un Medio Ambiente Sano debiera ser un camino para intentar conseguir aquella en lo que concierne a la relación del ser humano con el ambiente que lo rodea.

Actualmente, el Derecho Humano a un Medio Ambiente Sano se centra en postular un entorno natural saludable al servicio del ser humano a fin de garantizarle una vida digna a aquél. Esto es correcto pero incompleto.

El Derecho Humano a un Medio Ambiente Sano debiera además perseguir el objetivo en sí de la reconexión de una relación armónica humano-ambiental (y no simplemente conservar a la naturaleza como una despensa para el ser humano). Esto no implica abandonar los avances históricos de las sociedades modernas, sino poner en un contexto contemporáneo a la mencionada relación.

En tanto derecho humano, el Derecho Humano a un Medio Ambiente Sano en la nueva dimensión que estamos proponiendo debe ser exigible a los Estados -y a los demás agentes pertinentes- en el sentido de que aquellos no deben impedir los intentos de reconexión de la relación humano- ambiental por una parte, y que además deben destinar esfuerzos a habilitar la mencionada reconexión por otra parte.

La reconexión del ser humano partícipe de sociedades modernas es un postulado profundo que puede resumirse de dos maneras:

1) Que la persona humana debe acercarse a la naturaleza.

2) Que las sociedades modernas deben tomar como ejemplo diversos aspectos del relacionamiento armónico con el ambiente que los pueblos indígenas mantienen hasta hoy.